Esta claro que existe un abanico de terroirs, de micro climas y de cepajes en el Valle que se extienden de la Cordillera al mar y para ser fiel a este paisaje, la vinificación sin sulfitos agregados es una tremenda herramienta para buscar identidad y reforzar el origen.
«Sin una vinificación correctiva, es más difícil hacer vino», es una cuestión de justo equilibrio que se adquiere con la experiencia y en este sentido cada vendimia es una incógnita. No hay intervención o corrección, no bombeamos, intentamos ser lo mas detallistas y cuidadosos con la materia prima, se eliminan todas las imperfecciones con una selección manual drástica.
No utilizamos levaduras, enzimas, ni taninos, no hay tratamiento o filtración, son artificios que están ahí para compensar una debilidad de la materia prima y esta debilidad potencial la vamos a trabajar con mezclas o un método particular de vinificación.
Uno se adapta a las diferencias de las añadas, tratamos de resaltarlas presentando cada año una nueva imagen de Colchagua con respeto, sinceridad y simplicidad.